Con mucho gusto
¡Con mucho gusto!
Estoy de viaje en Costa Rica y gratamente sorprendido por la respuesta que todas las personas dan al final de cada solicitud, o bien, cuando uno da las gracias ellos contestan: «¡Con mucho gusto!».
Por curiosidad pregunté cuál es el origen de tal respuesta, o si bien, en un país con vocación turística como la que ellos tienen había sido producto de un largo proceso de entrenamiento, muy amablemente me explicaron que «¡Con mucho gusto!» es una manera de devolver la cortesía sobre algo que dijiste, está dentro de su cultura, y en verdad, así se siente cuando llegas a cualquier lugar de este país y te responden «¡Con mucho gusto!».
Me pregunto si esto puede ser una de las claves del éxito cuando inicias una empresa… Y también me quedé pensando -a veces me pasa, que pienso, no que me quedé- si como parte de la tradición oral, de generación en generación te has ido creyendo refranes y dichos que influyen en tu manera de actuar a la hora de emprender, o mejor dicho, a la hora de no emprender, es decir, que pienses que es mejor ser empleado que ser un emprendedor empedernido.
Por favor, como decía Jovita, «no me vayan a tundir» pensando que pienso (ya pensé dos veces) que es mejor ser emprendedor empedernido que ser empleado, simplemente pienso que entre más talento empresarial tengamos, mucho mejor será para todos. Por talento empresarial me refiero desde una «micro», es decir, una microempresa, no «micro» de microbús (aunque también un microbús puede ser una microempresa), hasta una súper empresa.
También me pregunto si la cultura que se va permeando a través de los refranes y dichos populares ha influido sobre ti para que prefieras un empleo «estable» que ahora de «estable» sólo tiene el nombre, a iniciar un negocio por tu cuenta, aquí aplica otro dicho popular, «más vale poco pero seguro» y seguro terminas con poco.
Se me ocurre (sólo se me ocurre, por que yo consejos no doy, más bien estoy para recibirlos), que para que tu nuevo micronegocio tenga éxito, las siguientes acciones serán de mucho beneficio:
- En lugar de vender productos, crea sensaciones. Según entiendo, hoy las personas están buscando sensaciones y no viajes, sensaciones y no productos, experiencias y no agendas; por ejemplo, puedes decir «Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina… ¡Es mortal!».
- El producto lo tienen todos (como las playas), la sensación y el recuerdo de éstas sólo unos cuantos. ¿Qué te parece este mensaje que vi en Twitter?: «Venga con nosotros a la playa, somos devotos de San Nicasio que baja la lonja sin ir al gimnasio, su sensación será inolvidable».
- Me dicen que es muy fácil crear o copiar un producto, mientras que una sensación es única y perdura para siempre, mi mesero dice «Esta es la sopa más codiciada y exquisita que piden nuestros clientes», o bien, en lugar de vender aguas frescas puedes decir «Tenemos aguas y refrescos tan fríos como el corazón de tu ex».
Por eso, a la hora de emprender, asegúrate de que además de las sensaciones, los valores sean el recuerdo que perdure entre tus clientes, por ejemplo: «Somos tan honestos que si mandamos una persona al infierno el diablo nos la devuelve».
Por supuesto, acuérdate de la «intelnet» pues, como decía el Chino Lao (el tendero de mi pueblo), cuando hice «penlejadas» no había «intelnet», esto porque ahora está de moda que un hacker tome tus fotos de la red y en un descuido salgas en taparrabo (o a veces sin él) y circulen por todo el mundo, sobre esto mi abuela decía que está bien enseñar lo que Dios te dio, pero lo que Dios te negó ¿para qué publicarlo? antes no había Wuai Fai, platicábamos entre nosotros…
En verdad, espero que tengas mucho éxito en tu nueva «micro» y que describas oportunidades basadas en el pensamiento explosivo y expansivo, yo, por lo pronto, estoy buscando un letrero que diga «Se habla español en varios idiomas» porque a veces no entiendo nada de lo que me dicen.